Neumáticos con presión incorrecta: Peligroso, caro y poco ecológico
Un neumático en buen estado, además de incrementar la seguridad, también puede reducir el impacto negativo en el medio ambiente, puesto que una presión de los neumáticos ocasiona hasta un 3% más de gasto en combustible, según los cálculos del fabricante Continental.
La marca explica que el neumático es el responsable del 21% del consumo del vehículo y cuando tiene poca presión también pierde pequeños fragmentos en su estructura que acaban en el medio natural, perjudicándolo. De hecho, la resistencia a la rodadura, que está ligada al consumo de combustible, es uno de los parámetros que se mide en la etiqueta europea para neumáticos, obligatoria desde 2012.
La diferencia entre la mejor categoría, ‘A’, y la peor, ‘F’, puede suponer hasta 300 euros de ahorro en la vida de un neumático, o lo que es lo mismo, el ahorro del coste de un neumático completo. A la hora de adquirir nuevos neumáticos es vital consultar esa información.
Vigila la presión de los neumáticos
En Grupo Andrés siempre insistimos mucho en el control de la presión de los neumáticos como aspecto fundamental para mantener el vehículo en buenas condiciones. Ya que no hay duda de que la correcta presión en los neumáticos ayuda a la reducción de gastos de mantenimiento, de consumo de carburante y de emisiones de CO2.
Así que, una visita a tiempo a un taller profesional de confianza puede ahorrarte muchos disgustos… y euros
Un dato muy significativo es que un neumático que circula con una presión un 20% inferior sufre un desgaste que disminuye su vida útil un 16%, es decir, si la cubierta tiene una durabilidad estimada para 40.000 km, pierde la capacidad de recorrer al menos 6.400 km.
Es importante recordar que, para llevar un control correcto de la presión de inflado de los neumáticos, es aconsejable:
- Revisarlos periódicamente, a ser posible mensualmente.
- Hacer la comprobación con el neumático en frío.
- Tener en cuenta la información facilitada por el fabricante de neumáticos.
- Adquirir el hábito de realizar esos controles antes de cada viaje.