Neumáticos homologados, la evolución del mercado
Cada vez más, los fabricantes de automóviles dedican una gran atención a los neumáticos que equipan de origen (EO) sus vehículos, y es por eso que se añaden y se mejoran cada vez más las homologaciones en neumáticos que garantizan la máxima seguridad y el rendimiento óptimo del vehículo. Antes de entrar en más detalles sobre neumáticos homologados debemos aclarar dos puntos:
¿Los neumáticos de origen (EO) son siempre neumáticos homologados?
Aunque la tendencia es cada vez más hacía neumáticos homologados y específicos para cada marca y modelo de vehículo, hay casos para los que no existe la homologación como por ejemplo la marca SEAT, Subaru, Kia o Citroën entre otras.
¿Los neumáticos homologados se pueden utilizar en otros vehículos?
Esta pregunta es más complicada ya que entran matices en juego. Hay marcas de fabricantes especialmente marcas deportivas, en las cuales no podremos montar neumáticos sin su marcaje específico como Ferrari o Porsche.
Sin embargo, hay otras marcas donde podremos montar tanto neumáticos con marcaje, como neumáticos sin marcaje o marcaje de otro fabricante.
¿Cómo se homologa un neumático?
Mediante un largo y exigente periodo de pruebas de todo tipo los fabricantes de automóviles aprueban un neumático con las especificaciones perfectas (tamaño, el índice de carga, la velocidad máxima permitida, el tipo de construcción y la resistencia al desgaste…) para ser utilizado en uno de sus vehículos.
Este proceso implica una serie de pruebas y ensayos (dibujo, mezclas de caucho, tiempo de curación, recorte final…) para asegurarse de que el neumático cumple con los estándares de calidad, requisitos de seguridad y rendimiento exigidos por el fabricante. La exigencia de los fabricantes de vehículos es tal que la media de diseño, pruebas y producción de estos neumáticos suele durar de tres a cinco años desde la concepción inicial de la idea hasta que esos neumáticos pisen la calle.
Pruebas más frecuentes para neumáticos homologados
Resistencia al desgaste: esta prueba implica el uso del neumático en una máquina que simula la conducción en carretera para evaluar su durabilidad y resistencia al desgaste.
Tracción en mojado: mide la capacidad del neumático para mantener la tracción en superficies mojadas y resbaladizas
Frenado en seco: esta prueba evalúa la distancia de frenado del neumático en una superficie seca.
Manejabilidad neumático: mide la capacidad del neumático para responder a la dirección del conductor y proporcionar un manejo suave y estable.
Resistencia a la perforación: evalúa la capacidad del neumático para resistir pinchazos y perforaciones.
LA HOMOLOGACIÓN SIGNIFICA QUE LOS NEUMÁTICOS HAN SIDO DISEÑADOS Y FABRICADOS ESPECÍFICAMENTE PARA CUMPLIR CON LOS REQUISITOS DE RENDIMIENTO Y CALIDAD PARA ESE VEHÍCULO
Después de que los neumáticos hayan pasado todas las pruebas, se presenta una solicitud de homologación específica para el vehículo al fabricante.
Esta solicitud incluirá detalles sobre el diseño, la fabricación y el rendimiento de los neumáticos, así como los resultados de las pruebas realizadas. Una vez que el fabricante de vehículos revisa y aprueba la solicitud de homologación, el fabricante de neumáticos puede etiquetar los neumáticos con la homologación específica de ese neumático ejemplo MO (Mercedes Original).
La homologación significa que los neumáticos han sido diseñados y fabricados específicamente para cumplir con los requisitos de rendimiento y calidad para ese vehículo, lo que asegura no solo que los neumáticos sean compatibles con el vehículo, sino que esos neumáticos se adaptarán y proporcionarán un rendimiento óptimo.
Las homologaciones en neumáticos no son algo nuevo, de hecho, han existido desde hace décadas. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de una evolución al alza en las homologaciones de neumáticos.
¿Por qué? La respuesta es sencilla: la tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años, y los fabricantes de automóviles han exigido cada vez más a los fabricantes de neumáticos para adaptarse a sus vehículos. Las homologaciones en neumáticos se han vuelto más exigentes para garantizar la seguridad y el rendimiento de los vehículos.
Por ejemplo, los neumáticos de alta velocidad deben soportar velocidades de hasta 300 km/h y ofrecer una estabilidad excepcional a altas velocidades. Además, los neumáticos deben garantizar una excelente adherencia en cualquier tipo de carretera y condiciones meteorológicas.
En conclusión, las homologaciones en neumáticos son un proceso crucial para garantizar la seguridad y el rendimiento de los vehículos. La evolución al alza de las homologaciones en neumáticos se debe a la creciente exigencia de los fabricantes de automóviles y al avance tecnológico en la fabricación de neumáticos.
Es importante recordar que el uso de neumáticos homologados y recomendados por el fabricante es esencial para garantizar la compatibilidad y el rendimiento del vehículo.
Os dejamos aquí una tabla de neumáticos homologados:
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