Neumáticos para eléctricos, tecnología para la transición
Las marcas miran cada vez más a los vehículos eléctricos e híbridos, que ganan cuota de mercado en todas las áreas, de turismos a comerciales.
La movilidad eléctrica es imparable. La transición hacia los vehículos de propulsión limpia, ya sean híbridos, híbridos enchufables o eléctricos 100% está en marcha y ha cogido velocidad tanto en el mercado de los particulares como entre los profesionales. Pero lo más importante es que la concienciación ha convertido estos vehículos en muy atractivos y las administraciones han decidido incentivar su compra con nuevas ayudas. De fondo, el cumplimiento de los objetivos contra la contaminación y los compromisos para rebajarla, para lo que es imprescindible reducir las emisiones del transporte.
El creciente parque de vehículos limpios ha hecho que los fabricantes de neumáticos empiecen a mirar más por sus necesidades. Estos vehículos, tanto turismos como motocicletas o comerciales, para uso particular o para las flotas compartidas, exigen de manera especial a los neumáticos y es normal que las marcas empiecen a diseñar neumáticos para ellos, adaptados a sus particularidades y exigencias.
Neumáticos para eléctricos, para coches más pesados
Los vehículos con transmisión eléctrica e híbrida son más pesados que sus homólogos convencionales por la presencia de las baterías. Estas pesan más que un depósito lleno de combustible para un motor de combustión interna. Por su parte, los híbridos no solo tienen un motor, sino también un motor eléctrico, además de un depósito de combustible y baterías potentes a bordo. Con mayor peso, ejercen una mayor fricción en la carretera y eso se traduce en incremento del gasto de energía, algo que las marcas tienen que mirar a fondo para asegurar la autonomía necesaria. Conseguir unos pocos kilómetros más es vital.
El creciente parque de vehículos limpios ha hecho que los fabricantes de neumáticos empiecen a mirar más por sus necesidades.
Por otro lado, hay que tener en cuenta las propiedades que tradicionalmente se esperan de los neumáticos: seguridad en carretera mojada y seca, precisión, distancias cortas de frenado, prevención de aquaplaning, kilometraje maximizado y particularmente importante para los automóviles eléctricos, una muy baja resistencia a la rodadura.
Muchas marcas ya han desarrollado modelos especiales que son montaje original en vehículos de bajas emisiones de todo tipo, desde compactos a deportivos.
La receta de los neumáticos para eléctricos
Los neumáticos para eléctricos tienen que lidiar con el peso extra, conseguir agarre y estabilidad sin una mayor fricción, reducir el ruido y asegurar durabilidad y buenas cualidades en la carretera. Una receta que algunas marcas ya han desarrollado y que se centran en el tipo de carcasas, compuestos, revestimientos interiores para bajar el ruido y mayores diámetros para conseguir una menor resistencia a la rodadura y menor gasto de energía, vital en los eléctricos, pero de la que también se benefician los vehículos convencionales.
El peso adicional se compensa aumentando la capacidad de carga de la carcasa del neumático, como se indica en la mayoría de los neumáticos con el símbolo XL (extra load) ubicado en el flanco. De hecho, incluso se habla de estandarizar códigos de carga aún más altos como XL+. Con ello, se logra una resistencia a la rodadura muy baja mediante modificaciones en el compuesto y el patrón de la banda de rodadura, la pared lateral modificada en la fabricación del neumático y, por último, manteniendo el peso total al mínimo.
Reducir el ruido en los neumáticos para eléctricos
A pesar de que un vehículo eléctrico es mucho más silencioso que un modelo con motor de combustión es esencial restringir al mínimo el ruido de los neumáticos por carretera. Esto se puede lograr añadiendo una espuma en la parte interior del neumático, esta tecnología en Continental se denomina ContiSilent©.
Continental también fabrica neumáticos para vehículos comerciales que se adaptan a las necesidades de la movilidad eléctrica, como el Conti Urban HA3 para autobuses de servicio urbano en líneas eléctricas. En línea con el concepto de uso urbano (alto y estrecho), los neumáticos de gran diámetro pueden ayudar a mantener baja la resistencia a la rodadura. Un neumático 205/65 R 22, por ejemplo, presenta una resistencia a la roda – dura muy baja debido a su gran tamaño.
El nuevo MICHELIN e.PRIMACY también fomenta la transición a la movilidad eléctrica o híbrida. Sus prestaciones en términos de resistencia a la rodadura permiten a los conductores de vehículos eléctricos consumir menos energía y, por lo tanto, aumentar la autonomía. La mejora estimada es de alrededor un 7%, lo que supone alrededor de unos 30 km para un vehículo con una autonomía de 400 km.
En el caso del fabricante francés, se usa una tecnología en los flancos que absorben menos energía durante la flexión gracias a la utilización de un componente de última generación, lo que se traduce en un menor consumo de energía y una mayor autonomía para los vehículos eléctricos. Un revestimiento interior de alta hermeticidad que reduce la disipación de energía, lo que también contribuye a la reducción de la resistencia a la rodadura. Y el uso de un elastómero especial en su compuesto mejora el consumo de la energía necesaria para mover el vehículo, ya se trate de carburante o de electricidad.
Movilidad autónoma y flotas
En el futuro, la movilidad compartida tendrá un mayor peso que en la actualidad y buena parte de estas flotas de ‘alquiler’ son vehículos eléctricos que necesitan neumáticos adecuados y también una gestión eficiente de su desgaste y sustitución. Soluciones como Continental Conti C.A.R.E., recientemente premiado por «Journey to Automation» ha otorgado a Continental el prestigioso galardón Tire Technology Award por sus futuras soluciones de movilidad eléctrica.
Conti C.A.R.E. es un concepto que, con su conectividad basada en la nube, ofrece a los operadores de flotas una forma eficiente de gestión de la movilidad. Las flotas de taxis eléctricos autónomos son un ejemplo de ello, ya que desempeñan un papel clave en muchos conceptos de una movilidad del futuro compatible con el medio ambiente. Los neumáticos tienen sensores incorporados en la estructura del neumático y conectados a la nube. Estos generan y evalúan constantemente datos sobre la profundidad de la banda de rodadura, posibles daños, temperatura y presión de los neumáticos.
Conocido como ContiSense, este sistema de control transmite datos a la nube en tiempo real. Utilizando estos datos, la herramienta informática ContiConnect Live facilita una gestión eficiente de la movilidad para los operadores de flotas. Destaca la idea de ajustar activamente la presión de los neumáticos por medio de bombas centrífugas incorporadas a la rueda. A medida que el vehículo acelera, las fuerzas centrífugas dentro de la rueda actúan sobre la bomba para generar aire comprimido. Esta tecnología mantiene la presión de los neumáticos constantemente dentro del rango ideal y ayuda a lograr una reducción sostenible de las emisiones de CO2.