Cuándo es recomendable cambiar los neumáticos de tu vehículo
Seguramente estamos en esas fechas del año en las que muchos conductores se preguntan si es el momento adecuado para cambiar los neumáticos del coche. Y, quizás, se lo plantean porque entramos en una nueva estación del año, el verano, o porque tienen en mente las vacaciones estivales, en las que probablemente usarán más el coche para realizar algún trayecto largo o para viajes cortos pero con más frecuencia. Para saber ‘cuándo es recomendable cambiar los neumáticos de un vehículo’ , respondemos a algunas de las preguntas más habituales que se hacen los conductores sobre este asunto.
¿Cómo saber si tengo que cambiar los neumáticos?
Hay dos razones por las que es necesario cambiar las ruedas del coche. Por un lado, si usamos diferentes tipos según la temporada del año y, por otro, si detectamos que los neumáticos están demasiado gastados y obviamente necesitan ser sustituidos por neumáticos nuevos. Un buen consejo es acudir a un profesional para que nos guie. El consejo experto es realmente conveniente porque los profesionales del taller pueden ayudarnos a elegir el producto de sustitución más adecuado. En función de las características del vehículo, indicaciones del fabricante, carga habitual, tipo de conducción, clima o superficies que solemos transitar. Ten en cuenta, que al adquirir ruedas nuevas hay que respetar las medidas requeridas en cada tipo de vehículo y siempre poner neumáticos idénticos en el mismo eje, en marca, modelo y medida.
¿Hay que cambiar las ruedas al cambiar de estación?
En este caso, la decisión es más clara: Ponemos los Neumáticos de Invierno para las épocas del año más frías y con condiciones ambientales más duras, y cambiamos a los Neumáticos de Verano en los meses del año más caluroso o si estamos en zonas geográficas con climas más cálidos. ¿Es necesario? Sí, porque cada uno de estos tipos de neumáticos ha sido diseñado para tener un buen comportamiento según un tipo de condiciones climáticas.
No obstante, existe una tercera opción, cada vez más utilizada en España, que son los All Season o Neumáticos de Todo Tiempo.
Los All Season ofrecen las prestaciones necesarias para verano y para el invierno. Tienen un buen comportamiento en un rango muy amplio de temperaturas. Los de verano por ejemplo bajan de rendimiento por debajo de 7 grados. Los All Season son ideales para vehículos SUV, por su buen agarre y porque permiten circular en nieve y sin cadenas. Están fabricados con compuestos que logran una gran eficacia y rendimiento. Su profundidad de dibujo es mayor que en otros modelos.
Cómo saber cuándo cambiar los neumáticos por desgaste
Realmente no hay forma de saber cuánto nos va a durar un neumático en buen estado, así que debemos ser precavidos y revisar todas ruedas del coche con frecuencia y, al menos una vez al año, acudir a un taller profesional para hacer una inspección más profunda.
Hay que tener en cuenta que, incluso, si usamos muy poco el coche, los neumáticos pueden necesitar un cambio; aunque hayamos recorrido muy pocos kilómetros. No hay fecha de caducidad para los neumáticos, pero la mayoría de los fabricantes recomiendan cambiarlos después de 10 año desde su instalación, sea cual sea su estado a simple vista o su uso. La forma, la estructura, las propiedades o los materiales se ven afectados por el paso del tiempo, en según qué condiciones.
La vida útil de un neumático depende de muchos factores, como el modelo y su diseño, los hábitos del conductor, el tipo de uso y los cuidados, las condiciones de las superficies sobre las que los utilizamos e, incluso las condiciones climatológicas en las que solemos utilizar el vehículo.
¿Cómo revisar un neumático?
Hay 3 aspectos básicos que debemos comprobar para asegurarnos de que los neumáticos del coche están aún en buen estado, para una circulación segura y cómoda.
1. La banda de rodadura. La profundidad de la banda de rodadura es un indicador infalible del nivel de desgaste. Habrá que revisar los testigos que tienen los neumáticos, situados entre las bandas de rodadura, si están al mismo nivel tienes que cambiar las ruedas. O realiza ‘la prueba del euro’: Colocando una moneda de 1€ en la banda de rodadura y si se ve el borde exterior dorado, es necesario sustituir los neumáticos.
Legalmente, la profundidad de la banda de rodadura no puede ser menor de 1.6 mm. Sin embargo, la recomendación de Grupo Andrés es plantearse cambiar los neumáticos cuando están por debajo de los 3 mm.
El buen estado de la banda de rodadura es vital, porque de ella depende por ejemplo, la distancia de frenado o la correcta evacuación de agua cuando circulamos con lluvia.
En el capítulo de desgaste, es igualmente importante comprobar que se produzca de forma homogénea. De no ser así, querrá decir que podemos tener problemas con el equilibrado, amortiguación o la alineación de las ruedas.
2. La carcasa. El mero hecho de rodar causa en los neumáticos daños inevitables, pero algunos son especialmente peligrosos, como los que se producen cuando chocamos con un bordillo, circulamos en carreteras con baches o en superficies irregulares; cuando pasamos sobre terrenos pedregoso o con materiales cortantes (trozos de cristal, clavos…). De ahí que sea necesario echar un ojo a la carcasa, girando la dirección a tope hacia ambos lados para ver la rueda por dentro y por fuera, para comprobar si hay roces, grietas o roturas. Revisa también la válvula del aire.
3. La presión. Es totalmente imprescindible circular con la presión adecuada en los neumáticos –sigue las indicaciones del fabricante-. Es una cuestión de seguridad, porque repercute en la frenada, la tracción, la adherencia del vehículo al asfalto y la amortiguación. Además, las ruedas con una presión correcta son más rentables porque optimizan el gasto de carburante. La presión debe comprobarse al menos una vez al mes, pero siempre antes y después de un viaje largo (con el coche en frío).
En general, si conduces con suavidad, estás atento a la presión de aire, al desgaste de la banda de rodadura, el equilibrado y la alineación prolongarás la vida útil de tus neumáticos. Cuando estés al volante, conduce atento y si detectas vibraciones o problemas para controlar la dirección del vehículo, aminora la velocidad, párate lo antes posible en condiciones de seguridad, y revisa los neumáticos.