¿Cuáles son los principales daños y averías que puede sufrir un neumático?
Los neumáticos pueden sufrir averías por distintos motivos, y si el conductor no es consciente de estos daños se puede convertir en un problema.
Los tipos de daños en neumáticos más comunes son los pinchazos, los cortes, las grietas, los impactos y el desgaste irregular. Es importante saber detectarlos a tiempo y diagnosticar el problema para prevenir un accidente, conociendo los síntomas más comunes y sabiendo algunos consejos útiles para evitar que ocurran desde un primer momento.
Los neumáticos no son eternos, por lo que siempre es aconsejable seguir unas pautas de mantenimiento. El desgaste ocasionado en nuestros neumáticos puede ser propiciado por muchos factores como el tipo de conducción, la clase de vehículo, la tracción, etc.
Normalmente para un turismo convencional de tracción delantera se suele recomendar cambiar los neumáticos delanteros cada 40.000 km y los traseros cada 60.000 km, en el caso de no llegar a realizar estos kilómetros, se recomienda llevarlos a revisión a los 6 años y, antes de los 8 años deberíamos cambiarlos.
En cualquiera de los casos, SIEMPRE, los neumáticos deben sustituirse cuando las ranuras de la banda de rodadura estén por debajo de los 1,6 mm -exigido por ley-, y PREFERIBLEMENTE, cuando ya estén por debajo de los 3 mm.
Falta de seguridad y multas por los daños en los neumáticos
Prolongar la vida útil de los neumáticos más allá de eso puede afectar de manera negativa a nuestra seguridad, además de que, si los neumáticos están en mal estado, esto, puede acarrear una multa de 200€ y no pasar la ITV reglamentaria.
De cualquier forma, el factor principal que influye en la conservación de los neumáticos somos nosotros, los conductores. Comprobar la presión regularmente, mantener los ejes alineados o asegurarnos de que no existe un desgaste irregular, ayudara a evitar ser un peligro para la seguridad vial.
Según el Real Automóvil Club de España (RACE) y Goodyear, casi un millón y medio de conductores españoles circulan con neumáticos deteriorados. Por otro lado, datos de la DGT muestran que los defectos más comunes encontrados en los vehículos implicados en accidentes de tráfico se concentran en los daños en los neumáticos, con un alto porcentaje de reventones o desgaste excesivo.
Principales averías en los neumáticos
– Mala presión en los neumáticos
La mayoría de las averías producidas en los neumáticos son causadas por una mala presión, algo que los desgastará y disminuirá la seguridad en la carretera.
Realizar revisiones periódicas es fundamental para comprobar las presiones de nuestros neumáticos, además de tener en cuenta que, si la presión de los neumáticos es superior a la indicada por el fabricante de las ruedas, estas se desgastarán más por el centro y que, cuando es más baja de lo que se considera óptimo, la goma se desgastará por los laterales.
Por lo que debemos asegurarnos de que las presiones de nuestros neumáticos son las correctas, marcadas por el fabricante.
– Uso de neumáticos inadecuados para nuestro vehículo
Otras de las causas de avería en los neumáticos es la elección incorrecta del neumático para nuestro vehículo.
Para elegir el neumático de manera correcta, el conductor debe conocer que, en función del peso del vehículo o de los materiales en que se fabrique la llanta, existen distintos tipos de neumático. Cada fabricante señala con unas indicaciones el tipo de neumático adecuado para el vehículo, siendo muy importante tenerlas en cuenta, ya que disminuirá la probabilidad de averías en el neumático. Los profesionales del taller son los indicados para recomendar uno u otro tipo de neumáticos.
– Falta de mantenimiento del vehículo
La falta de mantenimiento en nuestro vehículo puede ocasionar problemas y averías en el neumático. Muchos conductores no realizan el mantenimiento recomendado, afectando negativamente a las ruedas y por tanto a la seguridad vial.
Los problemas de mantenimiento del vehículo que más averías causan en los neumáticos suelen ser:
• Fallos en el sistema ABS del vehículo, que puede hacer que la superficie del neumático en contacto con el suelo presente un desgaste irregular.
• Suspensión en mal estado, debido a unos amortiguadores en mal estado, el neumático puede erosionarse en forma de sierra en los canales encargados de drenar agua y poniendo en riesgo la seguridad
• Frenos en mal estado que obliguen a realizar frenadas bruscas y más prolongadas, ocasionando un mayor desgaste en el neumático.
• Vehículos desequilibrados, que supone un desgaste desigual, un claro ejemplo de daños en los neumáticos.
– Antigüedad del neumático
Cuando veamos un desgaste regular con una profundidad del dibujo inferior al límite legal de 1.6 mm, nos encontramos ante un neumático cuya vida útil ha expirado, y por lo tanto debemos cambiarlo. De lo contrario estaremos comprometiendo nuestra seguridad y la del resto de conductores que circulen. Grupo Andrés recomienda que el cambio se realice cuando el dibujo esté en los 3 mm.
– Elegir mal los neumáticos, sin tener en cuenta la climatología
En función de la climatología, encontramos neumáticos de invierno, verano y all season. Conducir con cualquiera en ellos en condiciones que no les corresponden es una practica arriesgada que pone en riesgo nuestra seguridad, por lo que debemos conocer las condiciones climáticas para seleccionar el neumático adecuado.
De lo contrario el neumático no responderá de manera eficiente y se desgastará mucho más pronto afectando negativamente a la seguridad.
– Falta de cuidados y malos hábitos en la conducción
La actuación inadecuada del propietario es uno de los principales motivos de las averías producidas en los neumáticos.
Los malos hábitos de conducción dañan los neumáticos, destacando la conducción brusca con frenazos y acelerones, que conviene evitar para prolongar la vida útil del neumático y no causarle daños.
Practicar una conducción eficiente para disfrutar al volante cuidando las cubiertas del neumático ayudara a prevenir riesgos en la conducción.
¿Cómo saber que nuestros neumáticos están deteriorados?
Una revisión anual puede evitar sustos a la hora de circular por carretera con un neumático en mal estado, por lo que seguir las indicaciones del fabricante, así como dejarse guiar por los profesionales del taller, resultará muy útil y conseguirás sacar partido a tus neumáticos mucho más tiempo. Pese a esto debemos tener en cuenta una serie de indicaciones para localizar nosotros mismos algún tipo de avería o desgaste irregular.
Hay varios tipos de desgaste irregular. En general, este problema reduce la adherencia del neumático y es un síntoma claro de un problema mecánico o de mantenimiento incorrecto.
• El desgaste irregular en el centro del neumático es una consecuencia de un neumático desequilibrado. Podemos distinguirlo ya que es visible una profundidad menor en los surcos del interior de la rueda.
• Desgaste irregular en los hombros del neumático. Se trata del efecto contrario al anterior, la profundidad de los surcos en la zona interior será correcta frente al desgaste irregular que se produce en la zona exterior del neumático. Se trata de una señal clara de que se necesitan equilibrar las ruedas.
La profundidad del dibujo es otro de los factores más importantes a tener en cuenta, si es inferior a 1,6mm, se puede producir una pérdida de agarre, afectando por tanto a la seguridad del vehículo.
En ocasiones, el desgaste puede producir que la goma del neumático se arranque parcialmente. Esto puede conllevar a una perdida parcial o total del dibujo del neumático, y es necesario sustituir inmediatamente los neumáticos.
En cualquiera de los casos comentados, es recomendable el paso por el taller y el cambio de los neumáticos, además de revisar otros elementos que han podido verse involucrados en el desgaste de los neumáticos.